miércoles, 26 de septiembre de 2007

He vuelto

Me amenacé a mí misma y en privado con retomar este blog, en parte amargamente abandonado. Digo en parte, porque nunca quise alejarme de él: mi fidelidad cinéfila sigue intacta. Sigo amando el cine y todo lo que tiene que ver con él, por minúscula que sea la relación. Cuando digo que, si pudiera, iría todos los días dos veces al cine, la gente no me cree. Y es cierto. Pero no me siento un bicho raro. Al contrario, yo pensaba que a todo el mundo -o a casi todo, al menos-, le encantaría sentarse cuatro horas seguidas en una sala de cine, o quizá en su sofá, a ver una película y luego otra. Pero no. A mucha gente le gusta. Pero son tantos como yo pensaba. En fin, que me pierdo. No quería dejar este blog por mi amor al cine, pero lo cierto es que ha estado abandonado.

Tengo excusa. En los últimos meses he estado haciendo cosas muy interantes, variadas y provechosas, sobre todo espiritualmente hablando. He escrito más en mi otro blog, he viajado bastante, he cambiado de trabajo, he logrado un cierto grado de serenidad y alegría, he comenzado a aprender francés, he conocido a mucha gente y he leído un poco más. También he visto cine, mucho cine. Y cada vez que he visto una película me he acordado de este blog. Como quien recuerda al viejo amigo abandonado en pos de otras amistades nuevas. Por eso he vuelto. Porque recordaba a mi amigo abandonado y porque cada vez que veo una peli monto en mi cabeza esos pequeños comentarios cinéfilos que antes podía escupir por aquí. Y se me amontonan las critiquillas en la cabeza. O al menos eso me parece. Asi que he vuelto.

P.D.: Este post va dedicado a David, que me dijo que aún pasaba por aquí aunque no hubiese nada nuevo...

No hay comentarios: